Vangelis (1968):

Al hablar de Vangelis se puede pensar que solo hizo música de películas, pero es un error, aunque hizo grandes temas para películas también compuso temas conceptuales que nada tienen que ver con el cine. Fue un instrumentista puro, y sobre todo basó su música en los teclados, piano y sintetizadores, antes incluso de llegar a la explosión de los sintetizadores digitales. Vangelis es un genio de la música moderna que muchos ignoran. ​​

Carrera.

La posición acomodada de la familia Papathanassiou hizo que él, quien ya realizaba pequeños conciertos con sus propias composiciones a los seis años de edad, fuese uno de los primeros poseedores de un sintetizador en Grecia. Tenía un hermano, Nikos y dijo que su padre Odiseo era un «gran amante de la música» y su madre se había formado como soprano. A los 12 años, desarrolló interés en el jazz y el rock y desde los 15 comenzó a formar bandas escolares. Debuta en 1963 en el mercado discográfico como tecladista del grupo The Forminx, compuesto con tres amigos del colegio, y una de las muchas bandas juveniles que se formaron a mediados de los sesenta para seguir la estela musical y estética de The Beatles.

Aphrodite’s Child.

Más tarde entró a formar parte de la banda de rock progresivo y pop psicodélico Aphrodite’s Child, junto a su primo Demis Roussos en bajo y voz, y Lucas Sideras en batería. ​ El trío consiguió notables éxitos -sobre todo en Europa- con canciones como «It’s five o’clock», «Spring, summer, winter and fall», «Rain and tears», «I want to live» y «Let me love, let me live». Aphrodite’s Child publicaron tres álbumes de estudio: End Of The World (1968),​ It’s Five O’Clock (1969)​ y, el más destacado, (The Apocalypse of John, 13/18) (1972).​ Se trató de un doble vinilo conceptual sobre el Apocalipsis de San Juan que por un lado les vale el reconocimiento de la crítica como pioneros del rock sinfónico​ y, por otro, la censura en algunos países debido a los supuestos mensajes satánicos y/u obscenos que contendría dicha obra. En uno de los temas la actriz Irene Papas grita repetidamente una frase ambigua, en una mezcla de éxtasis alucinógeno y orgásmico, y el segundo vinilo concluye con la frase «do it» (lit. «hazlo»), que fue suprimida en Estados Unidos es considerado como uno de los álbumes más influyentes de su época y todo un hito de la música conceptual, alabado, entre otros, por el pintor Salvador Dalí.

Vangelis y Dalí.

El rumbo experimental impuesto en este último disco por él, espina dorsal del grupo, trae como resultado su disolución para afrontar nuevas experiencias. A partir de este momento el tecladista iniciará una peregrinación por las principales capitales culturales europeas que le llevará a grabar varios álbumes en ciudades como París o Londres, llegando a construir en la segunda sus propios estudios de grabación, a los que bautiza como Nemo Studios.

Es en esta época cuando publicó varios sencillos bajo pseudónimo, tal vez tanteando la reacción del público ante el sonido que podría adoptar para su carrera como solista, o quizá utilizando estas incursiones como una forma de dar salida a facetas poco conocidas de su creatividad en lo que a amplitud de géneros se refiere, sin comprometer con ello su imagen ante sus seguidores.

1970-1980.

Antes de que la banda Aphrodite’s Child se disolviera Vangelis ya había publicado un primer álbum como solista, titulado Sex Power (1970), banda sonora de la película homónima dirigida por Henry Chapier, para quien también compondría la música de su filme Amore (1974).

Tras este primer trabajo grabó varias sesiones de improvisación de jazz rock con músicos ingleses, que —aunque son piezas interesantes— serían publicadas años más tarde sin el permiso del artista que afirma no considerarlos representativos de su estilo. Hypothesis, el primero de ellos publicado por primera vez en 1978, ​ es un experimento de jazz electroacústico. The Dragon, el segundo también publicado en 1978, ​ se trata de una pieza de rock progresivo con un mayor grado de intencionalidad. Estos dos discos, usualmente considerados no oficiales, serían retirados del mercado tras el juicio entablado y ganado por Vangelis a la compañía editorial (Affinity).

Por otra parte en álbumes siguientes como Fais que ton rêve soit plus long que la nuit (1972), un poema sinfónico en dos movimientos sobre las revueltas de mayo de 1968 en París, o el álbum Earth (1973), ​ el músico incursiona nuevamente en el rock progresivo, al tiempo que propone —en Earth— una fusión de música rock con el folclore mediterráneo, un camino por el que no transitaría en sus siguientes creaciones.

Durante mediados de la década de 1970 estuvo especialmente ocupado en la composición de varias bandas sonoras para películas independientes,   como el filme franco-mexicano Entends-tu les chiens aboyer? (1975),​ posteriormente publicado con el título de Ignacio (1977),​ dirigido por François Reichenbach sobre el texto de Juan Rulfo ¿No oyes ladrar a los perros?, o La Fête Sauvage (1976),​ documental sobre la naturaleza dirigido por Frederic Rossif.​ También junto a Rossif destaca en esta época la música para la serie documental de televisión L’Apocalypse des animaux (1973),​ trabajó enmarcado en la larga lista de colaboraciones que Vangelis ha llevado a cabo con el director galo y que incluyen obras como George Mathieu ou la fureur d’être (1974), Pasteur le Siècle (1987)​ o De Nuremberg a Nuremberg (1989).​ L’Apocalypse des animaux supuso su primer éxito en listas de ventas como artista en solitario.

Entre los años 1975 y 1980, afianzó su particular sonido mediante una serie de álbumes que, en muchos casos, surgen como evolución lógica unos de otros, y que lo ubican decididamente como pionero de la música electrónica y la new age. Heaven and Hell (1975)​ se destaca —al igual que los siguientes— como un álbum conceptual, en este caso con múltiples piezas corales ensambladas en dos largas suites, que ofrece un sonido cercano al de la música clásica en la primera cara del vinilo que concluye con el tema vocal «So Long Ago, So Clear» interpretado por Jon Anderson. La segunda cara contiene composiciones más experimentales.

Albedo 0.39 (1976) constituye una de las obras más conocidas de la llamada «música cósmica», fluyendo entre pasajes de rock progresivo y movimientos de vanguardia electrónica, y con un sonido más espontáneo y minimalista que el de Heaven and Hell. En España se utilizó durante años uno de sus temas, «Pulstar», como sintonía para los espacios informativos radiofónicos de Cadena Cope. ​ No en vano se vio a menudo ligado al mundo de la ciencia ficción, no solo por esta clase de sonido «espacial» que desarrolla en algunos álbumes, sino también por su participación en Blade Runner, en la serie Cosmos y en proyectos con la NASA o la Agencia Espacial Europea. El autor de 2001, Arthur C. Clarke le agradeció, además, su inspiración para la novela 2010: Odisea dos.

A la misma época pertenecen otros álbumes como el comercial Spiral (1977), ​ que contiene el clásico «To the unknown man», junto a otras piezas electrónicas muy versionadas desde entonces como «Dervish D». Beaubourg (1978), hermético, envolvente y extremadamente provocador en su aparente ausencia de melodías o esquemas rítmicos, o China (1979) y Opera Sauvage (1979), ​ ambos con abundancia de temas cortos y melódicos, fácilmente accesibles para el público general sin que por ello se renuncie a la búsqueda de profundidad artística. De estos dos últimos álbumes destacan, entre otros, los temas «Himalaya» y «Rêve». Cabe destacar que la película dirigida por Peter Weir The Year of Living Dangerously (1982) adopta la pieza «L’enfant», incluida en Opera Sauvage, como su tema principal, aunque el resto de la banda sonora está compuesta por Maurice Jarre.

1980-1990.

En 1980 se edita el álbum See You Later, arriesgada reflexión sobre el convencionalismo de la vida cotidiana en la sociedad actual, abordada en algunos momentos con ademanes satíricos. Este álbum contiene una de las piezas emblemáticas del compositor griego, «Memories of Green», popularizada tras su inclusión como parte de la ambientación musical de la película Blade Runner. ​ El disco había sido concebido en 1975, antes incluso de Heaven and Hell, pero su publicación fue postergada debido a conflictos con los derechos de autor de una poesía recitada en el mismo, algunas canciones fueron descartadas y se tuvieron que reorganizar las diferentes pistas.

La expansión y aceptación de su música a nivel comercial y crítico recibe un gran impulso gracias a la inclusión de varios temas de sus álbumes de los años setenta (Heaven and Hell, Ignacio…) en la exitosa serie televisiva Cosmos: Un viaje personal.​ La serie documental, creada por Carl Sagan, Ann Druyan y Steven Soter para PBS, abordaba el universo y el origen de la vida en la Tierra.​ Su impacto y difusión en la fecha de su estreno, y en sus posteriores redifusiones, fueron notables y contribuyeron a popularizar las obras del compositor griego.

En abril de 1982 consiguió, pero no recogió en la ceremonia, el Premio Óscar a la mejor banda sonora por la película Chariots of Fire, dirigida por Hugh Hudson, frente a otros compositores como John Williams y la partitura de Raiders of the Lost Ark.​ El contenido del álbum, tal y como sucederá con el resto de sus siguientes trabajos para el cine, no guarda relación estricta con las piezas utilizadas en la película: las piezas son reeditadas y reordenadas para crear una obra musical que funcione como álbum de estudio de cara a su escucha independiente. A menudo se tiene la sensación, mientras se visiona la película, que en ella se encuentran los temas del álbum parcialmente reinterpretados. También se incluyen en la película temas del griego, como «Hymne», compuesto para Opera Sauvage. En cualquier caso, en las películas musicalizadas por Vangelis los temas utilizados en el montaje se corresponden exactamente con las versiones del álbum, con independencia de que en este haya temas inéditos o el orden de las piezas varíe.

Es interesante mencionar el método que utiliza el griego para musicalizar películas, ya que suele limitarse a improvisar en los teclados mientras visualiza los montajes provisionales que le facilitan los directores siguiendo una técnica de «creación directa». Varios cineastas han comentado su asombro ante su capacidad para crear piezas sobre la marcha que encajen perfectamente con sus escenas.

A partir del momento de recibir el Oscar, y tal vez temiendo la posibilidad de quedar encasillado como músico de bandas sonoras, Vangelis decide no publicar comercialmente todos sus trabajos para el séptimo arte, decisión que solo ha sido quebrantada en contadas ocasiones. Entre los ejemplos de sus bandas sonoras inéditas se encuentran las partituras para las películas Missing dirigida por Costa-Gavras (1982)​ o The Bounty dirigida por Roger Donaldson (1984). Del documental de Frederic Rossif Sauvage et Beau sí se publicó el tema homónimo en el recopilatorio Portraits.

Su siguiente obra para la gran pantalla se convertirá la banda sonora de la película de ciencia ficción,​ controvertida en su estreno​ pero que con el tiempo derivó en título de culto:​ Blade Runner (1982) dirigida por Ridley Scott.​ El álbum se publicó en 1994, en una edición revisada si bien las ediciones piratas abundaron en este tiempo.​ Scott, en su faceta de director de anuncios para la televisión, ya había trabajado con música del griego. Aunque se contrató a Jerry Goldsmith, para suplir el retraso en el envío de la grabación requerida a Vangelis, finalmente esta es acoplada al montaje de la película antes del estreno oficial. Fue precisamente la presión de las fechas la que impidió al músico acudir a recoger el Oscar por Chariots of Fire. La partitura de Blade Runner se caracteriza por amalgamar música electrónica y étnica con sonidos del jazz y el blues, logrando ambientar el homenaje al cine negro desde un enfoque distópico que la película propone. El tema «Memories of Green», que ya apareció en el álbum See You Later, fue utilizado con posterioridad en otra película dirigida por Scott: Someone to Watch Over Me (1987).

El resto de los años ochenta estuvieron marcados por la alternancia de trabajos muy comerciales con otros más arriesgados, en los que Vangelis amplía sus registros musicales, obteniendo una respuesta irregular por parte de crítica y público. Ejemplos del primer tipo son Antarctica (1983),​ banda sonora para la exitosa película japonesa dirigida por Koreyoshi Kurahara,​ y Direct (1988)​ primer disco publicado con Arista su nueva compañía discográfica, y que presenta un sonido algo más aséptico y despersonalizado destacándose temas como «Elsewhere», «Ave» e «Intergalactic Radio Station».

Al segundo tipo de álbumes corresponden Soil Festivities (1984), ​ con un carácter atmosférico y ambiental, e Invisible Connections (1985), primer disco publicado por el sello alemán de música clásica Deutsche Grammophon de un compositor procedente de la esfera pop dominado por su carácter atonal e indescifrable de la música culta contemporánea.

A medio camino entre ambas tendencias se encuentra Mask (1985),​ ambicioso en su sonoridad y accesible, por otra parte, para el público no iniciado. El álbum incluye sintetizadores, secuenciadores, coros y melodías fácilmente reconocibles. Este álbum influiría decisivamente en algunas de sus grabaciones más conocidas de la siguiente década, especialmente en Mythodea. Desde el punto de vista discográfico, los años ochenta concluyen para Vangelis con la partitura nunca editada de Francesco (1989), película italiana dirigida por Liliana Cavani y protagonizada por Mickey Rourke y Helena Bonham Carter sobre la vida de San Francisco de Asís.

1990-2000.

En 1992, tras la tibia acogida comercial de The City, obtuvo uno de los momentos más populares de su trayectoria​ con la banda sonora de 1492: La Conquista del Paraíso​ dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Gerard Depardieu y Sigourney Weaver. ​ El tema central, «Conquest of Paradise», es una de las piezas más conocidas del músico, tanto que John Williams​ y Klaus Schulze​ han grabado sus propias versiones de este himno coral. También ha sido empleado en campañas publicitarias siendo adoptado este tema por el boxeador Henry Maske para sus propias campañas de imagen.

La colaboración con Ridley Scott en estos años no concluye con la película sobre Colón. El director británico estrena Blade Runner: el montaje del director (1992)​ en la que la eliminación de los monólogos de Harrison Ford​ da mayor notoriedad a la banda sonora.​ La trascendencia de este reestreno anima a Vangelis a publicar finalmente el álbum con su música original, aprovechando la ocasión para añadir algunos temas descartados en 1982, así como piezas totalmente nuevas que contienen fragmentos de diálogos entre los personajes.​ En la portada de Blade Runner no se especifica que se trate de la música original de la película pues el álbum en su conjunto se puede entender más como una obra conceptual que como una banda sonora al uso. Aunque los temas clásicos de la película son respetados escrupulosamente, ya que no son retocados ni regrabados, las diferentes pistas están enlazadas como venía siendo costumbre en sus obras.

A lo largo de los años noventa tuvo un mayor acercamiento a los esquemas compositivos y la gravedad de la tradición clásica, sin insistir tanto en la creación de música experimental como hiciese previamente. El disco Voices (1995)​ explora las posibilidades sonoras de la voz humana. Las letras de los tres temas cantados fueron escritas por los propios vocalistas: Caroline Lavelle, Stina Nordenstam y el mencionado Paul Young.

Oceanic (1996), por otra parte, es un disco conceptual sobre los océanos inspirado por las películas de nadadoras de los años 50. Es difícil calificarlo como un trabajo arriesgado si bien cosechó un aceptable éxito comercial y crítico entre los seguidores de la música New Age. Coincidiendo con su publicación apareció en Internet la que iba a convertirse en página web oficial del músico, www.vangelisworld.com, que sin embargo nunca llegó a quedar terminada y en 2018 está retirado su acceso.

Su siguiente álbum, basado casi íntegramente en una edición limitada de 3000 ejemplares para coleccionistas que se había publicado en 1995 bajo el título Foros Timis Ston Greco – A Tribute to El Greco, se trata de El Greco (1998), ​ probablemente uno de los más logrados de su discografía. El Greco es un tributo al artista del manierismo y los sobrios ambientes religiosos y palaciegos de su época, capturando en diez movimientos el universo creativo del pintor cretense. ​ Los movimientos III, V y VII, los relativamente más cálidos del disco, no corresponden a la partitura original del 95 sino que fueron añadidos en 1998.

Vida personal.

Para un músico de su talla, poco se sabía de su vida personal y apenas concedía entrevistas a periodistas. ​ En 2005, afirmó que «nunca estuvo interesado» en el «estilo de vida decadente» de sus días en bandas, eligiendo no consumir alcohol ni drogas. También tenía poco interés en el negocio de la música y en alcanzar el estrellato, al considerar que «el éxito y la creatividad pura no son muy compatibles. Cuanto más exitoso te vuelves, más te conviertes en un producto de algo que genera dinero». En cambio, usó su éxito para ser lo más libre e independiente posible y, a menudo, rechazó oportunidades de promover o capitalizar su fama.

Su lugar de residencia no se conocía públicamente, en lugar de establecerse en un lugar o país, optó por «viajar», aunque poseía una casa en Atenas, junto a la Acrópolis. No tuvo hijos, aunque algunas entrevistas mencionan que se casó dos veces, una de ellas con la fotógrafa Veronique Skawinska, quien produjo trabajos para algunos de sus álbumes. Una entrevista de 1982 en Backstage sugiere que antes estuvo casado con la cantante griega Vera Veroutis, quien proporcionó voces para algunos de sus discos.

Aunque era una persona muy reservada, según muchos relatos era un hombre «realmente accesible», «amable» y de «buen humor», que disfrutaba de largas reuniones amistosas, y estaba fascinado por la filosofía griega antigua, la ciencia y la física de la música y el sonido y la exploración espacial. Su principal actividad cotidiana era combinar y tocar sus instrumentos electrónicos y piano. También le gustaba pintar. Su primera exposición, con 70 pinturas, se llevó a cabo en 2003 en Almudín, Valencia, España, realizando luego una gira por América del Sur hasta finales de 2004.

En enero de 2013 circularon rumores sobre su muerte en las redes sociales Facebook y Twitter, los cuales resultaron ser absolutamente falsos. Si bien es cierto que, al año siguiente, en el verano de 2014, falleció su hermano mayor, Niko, quien ejerciera labores de representación en The Forminx y fuera productor para Pentagram.

Vangelis e Irene Papas.
Vangelis y su primo Demis Roussos.
Vangelis y Laura Metaxa.

Murió el 17 de mayo de 2022, a los 79 años de edad, en París, por complicaciones derivadas del COVID-19. El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis anunció el deceso del compositor a través de un mensaje en la red social Twitter:

«Vangelis Papathanassiou ya no está con nosotros. El mundo de la música ha perdido al internacional Vangelis».

Su funeral tuvo lugar el 3 de junio en el cementerio Pere Lachaise de la capital francesa. Asistieron entre otros su pareja Laura Metaxa, el director de cine Roman Polanski, la viuda del Sha de Irán Mohammad Reza Pahlaví Farah Diba y la embajadora de Grecia en Francia, Aglaia Balta. Durante la ceremonia fueron escuchados por los asistentes diversos temas compuestos por el músico a lo largo de su carrera. Los restos de Vangelis fueron posteriormente incinerados, según información brindada por sus representantes legales.

Mis temas favoritos.

“Alpha” (1976), Albedo 0.39.

«Albedo 0.39» es un álbum que combina elementos de música electrónica, experimental y progresiva, inspirado por el interés de Vangelis en la ciencia y el universo. El título del álbum se refiere a una medida astronómica que indica la cantidad de luz reflejada por un objeto celeste, estableciendo un contexto científico y espacial para las composiciones. La pieza se caracteriza por un crescendo dinámico que mezcla sintetizadores, melodías envolventes y ritmos electrónicos. Comienza de forma suave y meditativa, construyendo poco a poco una atmósfera expansiva, que evoca tanto la maravilla como la inmensidad del espacio. Es conocida por su mezcla única de sintetizadores analógicos, percusión electrónica y una estructura que fluye de manera cinematográfica. Como pionero de la música electrónica, Vangelis usó piezas como «Alpha» para establecer su reputación como un maestro de la ambientación sonora y la narrativa musical sin palabras.

“L’Enfant” (1979), Opera Sauvage.

El álbum es una colección de composiciones instrumentales que exploran la conexión entre la humanidad y la naturaleza. Fue concebido como música ambiental y cinematográfica para la serie documental. «L’Enfant» destaca como una de las piezas más melódicas y accesibles del disco, con un tono cálido y emotivo que contrasta con otras obras más atmosféricas. La canción se caracteriza por el uso prominente de un piano delicado acompañado por sintetizadores envolventes y una base rítmica sutil. Tiene una estructura simple pero efectiva, con una melodía principal repetitiva que evoca tranquilidad, nostalgia y una sensación de inocencia, acorde con su título, que significa «El Niño» en francés.

“Charriots Of Fire” (1981), Charriots Of Fire (BSO).

Creada como tema principal de la banda sonora de la película homónima lanzada en 1981. La película, dirigida por Hugh Hudson, narra la historia de dos atletas británicos que compiten en los Juegos Olímpicos de 1924. La música de Vangelis desempeñó un papel crucial en la atmósfera y el éxito de la película. Vangelis fue elegido para componer la banda sonora debido a su capacidad para crear música emocional y evocadora, utilizando tecnología electrónica. A pesar de tratarse de una película ambientada en los años 20, Vangelis optó por una banda sonora moderna, usando sintetizadores y piano, lo que añadió un contraste innovador y atemporal. En 1982, Vangelis ganó el premio Óscar a la Mejor Banda Sonora Original, consolidando su reputación como uno de los grandes compositores contemporáneos.

“Blade Runner (End Titles)” (1994), Blade Runner (BSO).

Vangelis fue elegido para componer la música de «Blade Runner» debido a su habilidad para crear paisajes sonoros envolventes utilizando sintetizadores. La película, basada en la novela «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?» de Philip K. Dick, explora temas de humanidad, tecnología y moralidad en un futuro distópico, y la música de Vangelis jugó un papel crucial para establecer su atmósfera única. La cancióna es una mezcla de sintetizadores potentes y percusión electrónica, creando un tono épico y futurista. Contrasta con las secciones más melancólicas de la banda sonora, aportando una energía dinámica que refleja el cierre de la narrativa y deja una impresión duradera en la audiencia. Su carácter orquestal, a pesar de ser electrónico, refuerza la escala épica del mundo de «Blade Runner». Aunque la banda sonora de la película fue aclamada desde su estreno, no fue oficialmente lanzada hasta 1994, más de una década después del estreno del filme. Durante ese tiempo, los fans consideraron la música de Vangelis una parte integral del éxito y la estética de la película.

“Conquest of Paradise” (1992), 1492: Conquest of Paradise.

Ridley Scott volvió a colaborar con Vangelis después del éxito de «Blade Runner». Vangelis compuso una banda sonora que refleja tanto la grandeza como la controversia del viaje de Colón. El tema principal, «Conquest of Paradise», destaca por su monumentalidad y emotividad, combinando influencias corales y orquestales con sintetizadores modernos. La canción utiliza un poderoso coro que canta un texto en latín pseudo-litúrgico, acompañado de percusiones y arreglos electrónicos. La atmósfera es solemne y trascendental, evocando tanto la grandeza de la exploración como los conflictos morales y espirituales del descubrimiento.