Paoli destaca por la lírica de sus canciones. Su vida no es un ejemplo para nadie, pero si su música. A pesar de lo tormentoso de su juventud, tuvo tiempo para componer algunas de las mejores canciones italianas de su época, algunas popularizadas por otros grandes artistas contemporáneos.
Biografía.
Nació el 23 de septiembre de 1934 en Monfalcone, en Venecia Julia, hijo de Aldo Paoli, ingeniero naval originario de Campiglia Marittima (en la provincia de Livorno), y de Caterina Rossi, ama de casa juliana; a los pocos meses de su nacimiento la familia se trasladó a Génova, ciudad a la que siempre permanecería vinculado, creciendo en el barrio de Pegli.

Recibió su amor por la música de su madre pianista. Poco inclinado a los estudios, en Liguria frecuentaba un grupo de amigos que compartían su misma pasión y que constituirían el primer núcleo de la llamada escuela genovesa: Luigi Tenco (con quien formó el grupo «I Diavoli del Rock»), Bruno Lauzi, Fabrizio De André, Umberto Bindi, Joe Sentieri, Giorgio Calabrese y los hermanos Gian Piero y Gian Franco Reverberi.
Fueron precisamente estos últimos, músicos profesionales, quienes convocaron a Paoli y a sus amigos Bindi y Tenco a Milán para una audición en Dischi Ricordi , recientemente constituida como compañía discográfica. Bajo la dirección artística de Nanni Ricordi , Gino realizó sus primeros 45 en 1959 («La tua mano», «Non occupatemi il Telefono», «Senza parole», «Sassi» ) sin lograr ningún éxito. La misma suerte parece correr la posterior «La gatta», pieza autobiográfica publicada en 1960, que vendió poco más de cien ejemplares en los tres primeros meses. Un incesante boca a boca, sin embargo, asegura que la canción llegue posteriormente a las listas de éxitos, atrayendo la atención de los profesionales y el interés del letrista Mogol, que actúa como testaferro del joven Paoli, aún no inscrito en la SIAE.
Mogol propone a Mina, cantante ya consagrada, grabar Il cielo in una stanza, escrita por Paoli, pero que lleva su firma como letrista y la del maestro Renato Angiolini (que firma con el seudónimo de Toang) como compositor. El enorme éxito de ventas de esta canción, inspirada en Paoli de un burdel donde estuvo un día, y que permaneció en las listas de éxitos durante más de seis meses, establece la afirmación definitiva de Gino Paoli como cantautor.

En 1961 Gino conoció a Ornella Vanoni y comenzó una relación romántica con ella, que inspiró algunas de sus canciones de amor más famosas: Senza fina, Aunque, Yo en todo el mundo. Su primera participación en el Festival de San Remo fue también en 1961 con Un mondo viva, presentada junto al ganador del año anterior, Tony Dallara.
Ese mismo año escribió para Sergio Endrigo la canción “Gli inamorati sono semper soli”, con la que el cantautor de Istria participó en el Festival de Diano Marina en abril; Paoli grabó más tarde la canción, que en la versión de Endrigo permaneció inédita.
También en 1961 comenzaron sus problemas con el alcohol, nacidos casi como una broma tras un desafío con Sergio Bernardini, propietario de la Bussola di Le Focette, y que continuaron durante 15 años, hasta 1976. Tras la muerte de su hermano, ocurrida en aquel Periodo y provocado por el abuso de alcohol, Paoli decidirá desintoxicarse del whisky.
En 1962, durante una larga gira por clubes italianos, conoció a Stefania Sandrelli, entonces una muy joven actriz, y se enamoró de ella. De su relación, considerada escandalosa por la prensa y la opinión pública (Paoli estaba casado y esperaba un hijo de su legítima esposa, mientras Sandrelli era aún menor de edad), nació Amanda Sandrelli, hoy actriz consagrada. Mientras tanto, Nanni Ricordi deja la discográfica del mismo nombre y llega a RCA Italiana. Gino lo sigue y en 1963 graba lo que resultará ser el 45 más exitoso de toda su carrera: “Sapore di sale”, arreglado por Ennio Morricone y Gato Barbieri al saxofón. Paoli negó los rumores de que Stefania Sandrelli inspirara la canción. “Sapore di sale” participa en el Cantagiro y Gino impactará en esta ocasión al gran público. Otro éxito de éxito “Che cosa c’è”, de la misma época, se convertiría con el paso de los años en un clásico del repertorio de Paoli.
intento de suicidio.
El 11 de julio de 1963, también debido a una serie de dificultades y crisis sentimentales, Paoli intentó suicidarse pegándose un tiro en el corazón. Al respecto dirá:
«Cada suicidio es diferente y privado. Es la única manera de elegir: porque las cosas cruciales de la vida, el amor y la muerte, no se eligen; no eliges nacer, ni amar, ni morir. El suicidio es la única manera arrogante que se le da al hombre de decidir por sí mismo. Pero soy la prueba de que ni siquiera así realmente se puede decidir. La bala atravesó el corazón y se alojó en el pericardio, donde aún se encuentra encapsulado. Estaba solo en casa. Anna, mi esposa en ese momento, se había ido; pero había dejado las llaves a un amigo, que poco después vino a ver cómo estaba.»
A pesar de lo que declaró el cantante (» […] la bala atravesó el corazón…»), la bala en realidad no atravesó el miocardio, sino que se detuvo en el tórax sin afectar órganos vitales. Sin embargo, la proximidad a él hacía demasiado arriesgada su extracción del mediastino, por lo que desde ese día vive con la bala en el pericardio.

Crisis.
En 1964 participó en el Festival de San Remo con “Ayer conocí a mi madre”, junto a Antonio Prieto. La canción logró un gran éxito llegando a la última noche del Festival.
Después de algunas canciones no escritas por él (Lei sta con te, Rimpiangerai rimpiangerai) y un álbum grabado en estudio, pero en vivo y en presencia de público (Gino Paoli en el Estudio A), finaliza el contrato con RCA. Gino firma con CGD, pero su época dorada ya pasó. La siguiente participación en San Remo con La carta ganadora fue en 1966, pero la canción no llegó a la final. En 1967 lanzó el álbum Gino Paoli e the Casuals (6 canciones cantadas por Paoli), pero el éxito comercial fue limitado.
Durante años, Gino Paoli ya no será el centro de atención, vuelve a tocar por poco dinero en las salas de baile y discotecas de Liguria, donde dice haber aprendido a cantar, y es durante este período cuando se topa con las drogas, de las que sale. Sólo consigue liberarse después de un terrible accidente automovilístico que no tiene consecuencias para su salud.
A finales de los años sesenta publicó unos 45, entre ellos Se Dio da ti da (concursando en Un disco per l’estate 1968), Come si fa (1969), Il tuo viso di Sole (1969), canciones que fueron incluidas posteriormente en el disco Las dos caras del amor (1971). También se dedicó a la búsqueda de talentos, descubriendo y lanzando Viola Valentino, para quien produjo el sencillo debut en 1968.
Vida personal.
De su primera esposa, Anna Fabbri, Paoli tuvo un hijo, Giovanni, nacido en 1964. En ese momento, el cantante ya estaba consolidado y su vida privada acabó en los periódicos de la época debido a su relación con Stefania Sandrelli, todavía una menor, quien luego resulta estar embarazada de Amanda, nacida el 31 de octubre del mismo año y llamada por su apellido materno. Nuevamente en los años sesenta y continuando en los setenta, inició su larga y atormentada relación con Ornella Vanoni, con quien luego volvió a colaborar profesionalmente en los años 2000, logrando el éxito con la gira con el título alusivo ¿Te acuerdas? No, no lo recuerdo.
Está casado desde 1991 con la modenense Paola Penzo, autora de algunas de sus canciones, con quien tuvo otros tres hijos.




El 20 de septiembre de 1962, mientras circulaba a gran velocidad por la Via Palmanova de Milán, un adelantamiento imprudente del Fiat 1300 alquilado y conducido por Paoli provocó una colisión frontal en la que su amigo Vittorio Faber, letrista y arreglista de algunas de sus canciones, falleció. A raíz de este accidente, le retiraron el permiso de conducir y, el 12 de marzo de 1964, Paoli fue condenado a siete meses de prisión con derecho a libertad condicional por el Tribunal de Milán. Habiendo recuperado su licencia, tres años después del primer accidente y en la misma ciudad, Paoli estrelló su Ferrari 275 GTS contra un árbol a gran velocidad, destruyéndolo. Junto a él viajaba el futuro productor discográfico Alfredo Cerruti, quien mantuvo una relación con Mina en los años setenta.
En 1963, tras el intento de suicidio, fue condenado a una multa de 60.000 liras por posesión ilegal de un arma de fuego, por lo que solicitó rehabilitación penal en 2005.
El 20 de febrero de 2015, la fiscalía de Génova lo inscribió en el registro de sospechosos por evasión fiscal: en 2008, supuestamente robó 2 millones de euros de la Hacienda italiana, fruto de actuaciones en los partidos de Unity, transfiriéndolos ilícitamente a una empresa suiza. entidad de crédito, lo que provocó la pérdida de 800.000 euros en la declaración de impuestos de 2009. Al mismo tiempo, también fueron registrados sus tres empresas y su domicilio. de Génova. En julio de 2016, el delito de evasión fiscal fue prescrito y el Ministerio Público solicitó su sobreseimiento (no es posible determinar con certeza la fecha del inicio de la evasión fiscal), a pesar de que Paoli había acordado con la Hacienda. Agencia en un plan de pagos a plazos para pagar la deuda.
Actividad política.
En 1987 Paoli se presentó a las elecciones políticas, siendo elegido diputado de las filas del Partido Comunista Italiano (posteriormente PDS), aunque en el Parlamento se afilió al Grupo de Izquierda Independiente al no haberse afiliado nunca a ningún partido político. En 1992 se despidió de la actividad política profesional y no logró ser reelegido parlamentario por las listas del PDS. También ocupó el cargo de Concejal de Cultura en el municipio de Arenzano.
En 2007 en una entrevista a L’Espresso declaró: «Siempre he sido anarquista. Heredé el gen anarquista de mi abuelo analfabeto, que se sabía de memoria los escritos de Carlo Cafiero, las canciones de Pietro Gori, el autor de Adiós a Lugano, y también la Divina Comedia.»
Mis temas favoritos.

“Il Cielo In Una Stanza” (1960), Il Cielo In Una Stanza.
Gino Paoli escribió la canción inspirado en una experiencia personal. Según el propio Paoli, se inspiró en un momento que vivió con una mujer en un prostíbulo. El impacto emocional del encuentro trascendió el espacio físico, llevándolo a imaginar cómo el amor o el deseo pueden transformar cualquier lugar en un universo infinito. En este contexto, la habitación modesta donde ocurrió el encuentro se convierte en un espacio sin límites, gracias a la magia de los sentimientos. La letra describe cómo, bajo la influencia del amor, las paredes de una habitación parecen desaparecer y el cielo infinito se abre, creando un mundo lleno de posibilidades. La canción mezcla lo físico y lo metafísico, simbolizando la capacidad del amor para romper barreras y transformar la realidad. Aunque Gino Paoli escribió la canción, fue Mina quien la llevó al éxito con su interpretación. La grabación se convirtió en un gran hit, consolidando a Mina como una de las grandes voces de Italia y a Paoli como un compositor excepcional. La canción ha sido versionada por numerosos artistas y sigue siendo un clásico atemporal.


“La Gatta” (1961), Gino Paoli.
La canción habla de una etapa en la que Gino Paoli vivía en una humilde buhardilla junto al mar, un espacio modesto pero lleno de libertad y sueños. En este lugar, convivía con una gata que se convierte en el símbolo de esa época de simplicidad y felicidad. El felino representa una conexión emocional con el pasado, donde las cosas eran más sencillas y auténticas. La letra es una oda a la nostalgia, al contraste entre el pasado y el presente. Habla de cómo, con el tiempo, las personas se ven inmersas en un mundo más complejo y materialista, dejando atrás momentos de pureza y alegría. La gata y la buhardilla simbolizan un refugio emocional, una especie de paraíso perdido que sigue vivo en los recuerdos. «La Gatta» fue un gran éxito en la carrera de Gino Paoli, consolidándolo como un cantautor capaz de transformar lo cotidiano en poesía. La canción se ha convertido en un clásico de la música italiana, destacando por su sencillez y profundidad emocional, y sigue siendo un referente de la capacidad de la música para capturar emociones universales.


“Io Vivo Nella Luna” (1961), Gino Paoli.
El título, que se traduce como «Yo vivo en la luna», es una metáfora que describe a alguien que se siente desconectado de la realidad cotidiana y que prefiere refugiarse en su propio mundo interior. Paoli utiliza esta imagen para hablar sobre la soledad, los sueños y la necesidad de escapar de las banalidades y el ruido del mundo. La canción captura la perspectiva de una persona que se siente diferente, en búsqueda constante de significado y autenticidad en un mundo que muchas veces carece de ello. La canción tiene un tono melancólico y reflexivo, con una melodía suave y delicada que acompaña la profundidad de la letra. Paoli expresa un sentimiento de alienación, pero también de libertad, al vivir en «la luna», un espacio simbólico donde puede ser fiel a sí mismo lejos de las convenciones sociales. Aunque no es tan conocida como algunos de sus grandes éxitos de los años 60, «Io Vivo Nella Luna» es valorada por su honestidad y su carácter filosófico. Es una pieza que resalta el talento de Gino Paoli para explorar las emociones humanas de manera lírica y poética, reafirmando su lugar como uno de los grandes autores de la música italiana.


“Sapore Di Sale” (1964), Basta Chiudere Gli Occhi.
Gino Paoli compuso la canción inspirado en la atmósfera relajada y sensual de un verano junto al mar. La letra evoca un romance vivido en la playa, donde el sabor del mar, el sol y el viento se mezclan con las emociones de un amor de verano. La canción refleja la ligereza y el encanto de esos momentos, pero también deja entrever la transitoriedad de los mismos. El «sabor de la sal» en los labios se convierte en un símbolo de los recuerdos intensos y efímeros del verano y el amor. La canción no solo describe paisajes físicos, sino también estados emocionales: la alegría del presente y la melancolía que deja lo que se sabe pasajero. Paoli combina imágenes poéticas con un tono introspectivo para transmitir la conexión entre el entorno natural y las emociones humanas. «Sapore di Sale» tuvo un éxito rotundo y es considerada una de las canciones más importantes de la música italiana. Su estilo relajado y su evocadora letra la convirtieron en un clásico que marcó una época. La colaboración con Ennio Morricone en los arreglos le dio un toque único, combinando sofisticación musical con simplicidad melódica.


“Vivere Ancora” (1964), Basta Chiudere Gli Occhi.
La canción tiene un tono introspectivo y reflexivo. Su título, «Vivir aún», captura el mensaje central: la capacidad de encontrar razones para seguir viviendo, incluso cuando la vida se torna complicada o llena de obstáculos. A través de su letra, Paoli explora el sentido de la existencia, el amor como motor para resistir y la importancia de valorar cada momento. Es una obra que combina melancolía y esperanza, sugiriendo que, aunque la vida pueda ser incierta o difícil, siempre hay algo por lo que vale la pena luchar y seguir adelante. Musicalmente, «Vivere Ancora» tiene un estilo íntimo, con arreglos sencillos que destacan la calidez de la voz de Paoli. La interpretación transmite una sensación de cercanía y sinceridad, reforzando el carácter personal de la canción. Aunque menos conocida que los grandes éxitos de su juventud, «Vivere Ancora» es una canción que refleja la evolución artística y emocional de Gino Paoli. Se ha convertido en una obra apreciada por quienes valoran su capacidad para hablar de la vida con una mezcla de sabiduría, sensibilidad y autenticidad.
